lunes, 28 de agosto de 2017

Todo mejora

Hace algunas semanas que no escribo o por aquí y no porque este mal ni mucho menos, si no porque como prometí, estuve disfrutando del verano. Algún que otro viaje, alguna que otra fiesta, visitas a viejas amigas y un montón de paseos.

Pero eso no es lo más importante, lo que realmente importa es ese avance personal por el que llevo luchando meses (por no decir años). Confiar y quererme. No sé si ha sido repetirmelo durante meses o realmente comprobar que no soy tan masculina, ni tan desastre, que si soy capaz de hacer cosas fuera de mi horario laboral, que si soy capaz de llegar a final de mes, que además si tengo amigos que me quieren, que no necesito a nadie para ir al médico y que no tengo que mentir sobre la vida laboral de nadie ni con quién vivo. Entre muchas otras cosas que ya ni me molesto en enumerar.

Ya no vivo para el qué dirán, vivo para mi. Ya no soy lo que alguien quiere que sea, simplemente soy yo. Y lo mejor de todo esto es comprobar que puedo estar con alguien sin mentiras, sin presiones, que entiende mis miedos, que respeta mi espacio, que trabaja y aporta, que enciende todos y cada uno de mis sentidos, que tiene proyectos conmigo que no implican dinero ni que haga yo todo y que sabe como hacerme feliz.

Lo peor es que sigo sintiendo que continúan manipulando, no a mí, si no a un entorno que ya no quiero en mi vida. Un entorno que no se ha atrevido a preguntarme porque lo hice, un entorno por el que perdí muchas horas y que ni siquiera se molestó en llamar por teléfono. Mi mejor defensa es dejar que hablen ya no me van a manipular más y el día que aparezca (que se acerca) no creo que ni les mire a la cara, no se merecen mis explicaciones.

Lo mejor esa gente que veía que yo ya no estaba sin necesidad de decir nada, esa gente que me dijeron "Tu no estabas, eras una carcasa". Es la frase que más se repite, sobre todo cuando ven el ahora, la sonrisa, la piel sin alergia, los ojos que ya no lloran lágrimas de sangre, las ganas de no parar de hacer cosas, el buen humor, la paciencia renovada... Esa es la gente que quiero en mi vida y esa es la gente que se merece mis palabras. Los demás, no, no me estoy escondiendo, es que ya no os quiero cerca. .

Lo que he vivido me va a acompañar durante años, es algo que estoy aprendiendo a asumir, pero no me arrepiento, ni de haber abandonado un barco que me hundía cada vez más, ni de haber aprendido a no dejarme ir nunca más. Que no digo que no me engañen, pero si por lo menos, no me voy a perder por el camino.

Dicen que cuando una persona se va de tu vida o la borras de tu vida llega algo mucho mejor, en mi caso particular ha sido asi y no sé cuánto durará, pero mientras me hace feliz.

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