lunes, 24 de julio de 2017

Agosto

Este verano está siendo de lo más interesante, sobre todo porque estoy disfrutando lo que no viví en los últimos años. Saltar en los conciertos sin pasarme dos horas en una terraza a lo pijo perdiéndome todo, viajar, pasear, ir a eventos culturales... Todas esas cosas a las que se supone que no podía ir por mi horario laboral y que estoy viendo que si puedo ir.

Organizar escapadas, hacer cursos de verano, conocer gente nueva, no encender el ordenador, hacerme socia de mi club de fútbol sin dar explicaciones y ver que a pesar de todo eso sigo ahorrando dinero y durmiendo más. Con todo esto he llegado a la conclusión de que no me puede doler el pasado. He salido ganando, de hecho no me arrepiento, he aprendido lo que no quiero, he aprendido a decir que no, a no dejarme llevar por palabras bonitas y lo más importante he aprendido a no sentirme mal por querer disfrutar de la vida. Tengo trabajo estable, amigos, casa... ¿Porque amargarme buscando un futuro que lo único que me va a dar es un dinero que no necesito?

También he aprendido a no tener miedo del futuro, a fin de cuentas no todo está en nuestras manos y he descubierto que cierro mis heridas más rápido de lo que pensaba, así que prefiero tener cicatrices que seguir en una burbuja asfixiante.

Agosto se presenta a nivel emocional fuerte, por un lado confiar en que esta vez no me van a romper la ilusión de un desplazamiento más que interesante (por si acaso he contratado un seguro de viajes), seguir disfrutando de lo que queda de verano ya que ahora viene lo más interesante, las fiestas de mi ciudad, recuperar amigos perdidos y seguir viviendo.

Un mes pasa rápido, pero creo que Agosto va a ser la prueba de fuego, voy a comprobar si realmente estoy todo lo estable que creo estar y lo mejor un mes donde la ilusión por las pequeñas cosas que a fin de cuentas son las que hacen felices a uno.

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